DECÁLOGO

 A primera vista, muchos pensarán que un Sunset Runner es el que se encuentra en la etapa crepuscular de su carrera. Quizás tengan razón, aunque sólo en parte. Porque el crepúsculo es, sobre todo, una fase de claridad, ese momento en que el horizonte se ilumina en tonos de naranja y fuego. Y entonces, cuando parece que el tiempo se detiene, emergen los corredores crepusculares.


Para los científicos,
 el estado crepuscular se encuentra entre la conciencia y la inconsciencia, justo en el límite de los sueños. Para un Sunset Runner, la fase crepuscular es el momento de buscar nuevos retos, de descubrir límites desconocidos, de disfrutar con cada metro. Y poco importa que digan que quizás estemos soñando.

 

Valga el siguiente decálogo como presentación del espíritu del club, como declaración de intenciones o, simplemente, como memorándum para cuando la fuerza nos abandone y haya que buscar apoyo en los colores Sunset.

 

1. EL ÉXITO ES ESTAR EN LA SALIDA. Participar en una carrera es un motivo de alegría; significa que se ha podido disponer de tiempo para prepararse, que se han encontrado fuerzas para entrenar (aunque haya sido poco), que se goza de buena salud (al menos, aceptable) y, sobre todo, que se tiene fe en alcanzar la meta. Por esto, para un corredor crepuscular estar en la línea de salida ya es un éxito.

2. TODO ESTÁ EN LA MENTE. Las carreras de fondo son una disciplina atlética y mental. Un Sunset Runner sabe que la premisa fundamental es confiar en uno mismo y en sus fuerzas. La mente puede convertirse en el peor enemigo si convence a las piernas de que están agotadas... o en el mejor aliado si las anima a llegar hasta la meta.

3. ESPÍRITU DE CLUB. Hay cosas que son perfectas, pero no tienen alma. Quizás un Sunset Runner no sea el más rápido, pero le sobra pasión porque siempre lleva el espíritu de club hasta el último metro.

4. NUNCA CORRERÁS SOLO. Incluso en los momentos más difíciles cuando las energías parecen desaparecer y los demás se alejan, un corredor crepuscular ha de recordar que hay unos compañeros que lo esperan y unos colores que lo acompañan. Quien corre con el espíritu del club, nunca estará solo.

5. PODER Y RESPONSABILIDAD. Los colores Sunset otorgan a los corredores crepusculares un vigor adicional. Es labor del Sunset Runner hacer buen uso de esa fuerza, porque al igual que nuestros colores otorgan un gran poder, representar al club conlleva una gran responsabilidad.

6. EL CAMINO DEL SAMURÁI. Al igual que los samuráis, un corredor crepuscular toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Un Sunset Runners sabe que su principal rival es él mismo, por eso ha de conocer sus debilidades y debe intentar corregirlas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. 

7. EL DOLOR ES INEVITABLE. Un corredor crepuscular sabe que a lo largo de una carrera siempre aparecen dolores; a veces son pequeñas molestias y en otras ocasiones llegan a ser insoportables torturas. Un Sunset Runner está preparado para ese momento, porque es consciente de que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

8. CON EL ESCUDO O SOBRE ÉL. Como los espartanos, un corredor crepuscular sabe que primero se lucha con la cabeza y luego con el corazón. De la misma manera, cuanto más se sude en el entrenamiento, menos se sufrirá durante la carrera. Y, cuando se toma la salida, un corredor crepuscular batalla hasta el final.

9. HUMILDAD Y AMBICIÓN. Nunca hay que perder el respeto a una carrera ni a un rival. Cualquier recorrido o cualquier adversario pueden convertirse en un obstáculo insuperable si las fuerzas se desvanecen. Nada es fácil, por lo que un corredor crepuscular siempre se presenta en la línea de salida con humildad. No obstante, a pesar de ser humilde, un Sunset Runner no retrocede ante un desafío. En su interior guarda fuerzas suficientes para afrontar cualquier reto y es suficientemente ambicioso para tener la seguridad de que conseguirá superarlo. Los conceptos de “humildad” y “ambición” convergen en una misma idea: un corredor crepuscular no debe tener excesiva confianza, pero tampoco sentirse inferior.

10. DISFRUTAR EL VIAJE. Porque una vez que se alcanza la meta, más allá de la satisfacción por haberlo conseguido, lo que quedan son los recuerdos que se han acumulado durante el camino. Así hay que pasarlo bien, divertirse corriendo y disfrutar el viaje. Que, al fin y al cabo, de eso se trata todo esto.

 

Un Sunset Runner sabe que el paso más importante es el siguiente. Sirva este decálogo para alentar a los corredores crepusculares en su impetuoso afán de seguir poniendo un pie delante de otro. Y es que sólo paso a paso se alcanza la meta.

Decálogo Sunset Runners

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