2 de junio de 2012
Distancia: 9'2 km

En una calurosa tarde, una valiente expedición Sunset Runners viajó hasta Cox desafiando los más de treinta grados de temperatura y un sofocante bochorno. El motivo era participar en la primera edición de una carrera solidaria organizada por la Fundación Pepe Ramón para recaudar fondos destinados a la educación de niños del Tercer Mundo. Según la organización, la prueba consistía en dos vueltas a un circuito urbano llano para un total de 10 kilómetros y llano; luego se supo que el recorrido no era tan plano... ni tan largo.

La representación de SUNSET RUNNERS estuvo formada por los hermanos José Carlos y Esther Mayor Sánchez, que contaron con el inestimable apoyo intergeneracional de la joven Sunset Carla Planas y el senior de la familia, José Mayor.

En torno a 300 corredores se encontraban en la zona de salida bajo un calor infernal. José Carlos y Esther se colocaron en las primeras posiciones. Los dos partieron raudos, arrastrados por la inercia de otros participantes más rápidos y, sobre todo, motivados al enfrentarse a un recorrido teóricamente llano. José Carlos marchaba por delante a poco más de 4'00”/km, mietras que Esther rozaba los 5'00”/km.

En el kilómetro inicial, los dos Sunset Runners se encontraron con la primera sorpresa de la tarde: una cuesta de apenas 200 metros, pero con un descomunal desnivel. José Carlos y Esther tuvieron que alterar su ritmo, aunque a continuación recuperaron en un tramo de descenso más tendido.

La carrera atravesaba luego una zona más cómoda con rectas largas. Esta parte favorable permitió a José Carlos completar los primeros tres kilómetros a un excelente ritmo de 4'07”/km; Esther, por su parte, también corría a 5'05”/km. Los hermanos Mayor Sánchez iban camino de pulverizar sus plusmarcas personales en la distancia.

En la segunda parte del circuito, el recorrido se volvió sinuoso y complicado. Los corredos zigzagueaban en las calles de Cox, donde la sucesión de curvas y giros dificultaba establecer una cadencia constante. A pesar de ello, José Carlos lograba mantenerse en torno a 4'20”/km, por lo que el asalto a su record personal (43'58” establecido en Murcia en octubre de 2010 en un gran duelo con Sergio Falgas) se convertía en una posibilidad real.

Esther, por su parte, sufrió un bajón físico del que no llegó a recuperarse en toda la carrera. El calor y el fuerte ritmo le pasaron factura antes del cuarto kilómetro, haciendo que la segunda parte de la carrera fuese un calvario. Tan aguda era la crisis que, antes de atravesar el ecuador de la prueba, una chica de la organización la tranquilizó diciendo: “Venga, tranquila, ya llega la ambulancia por detrás.” Esther pasó varios minutos pensando si aquella frase era una arenga de ánimo o un intento de hundirla en la miseria.

José Carlos cerró los primeros 5.000 metros en 4'17”/km, mientras que Esther luchaba contra su crisis a más de 6'00”/km.

En la segunda vuelta, la rampa que sorprendió a los corredores al principio parecía todavía más inclinada. Además, el calor y el bochorno seguían castigando a los participantes. Por suerte, algunos espectadores locales decidieron rociar con agua desde sus jardines a los corredores, lo que sirvió para renovar fuerzas.

Esther superó sus peores momentos y se estabilizó en torno a 6'10”/km; José Carlos fue entonces quien acusó el desgaste y realizó un par de kilómetros a 4'40”. Cerca del kilómetro 7, José Carlos fue testigo de la anécdota de la jornada.

Un miembro de la organización y un lugareño discutían de manera tan vehemente que ya desde lo lejos se apreciaba que la cordialidad no se respiraba en el ambiente. Al aproximarse, la primera frase que escuchó José Carlos fue: "Espérate aquí, si tienes huevos, que voy a mi casa a por la navaja". Acto seguido, el lugareño se volvió hacia los corredores y les dijo "¡Vosotros!, ¿queréis que os pinche también?

Quizás por la adrenalina del momento, por las ganas de salir huyendo o, simplemente, por querer luchar por el record, José Carlos consiguió aumentar de nuevo su ritmo y plantarse en el cartel que anunciaba el kilómetro 9 con un tiempo de 39'05". Todas las opciones de batir inesperadamente su record en la distancia estaban intactas.

Nuestro intrépido Sunset Runner incrementó un poco el ritmo cuando ocurrió lo inesperado. No habían pasado ni 30 segundos desde la pancarta del último kilómetro cuando divisó el arco de meta a pocos metros. Por muy pocas fuerzas que le quedasen y por muy mal que calculase a ojo, resultaba obvio que no había transcurrido ni la mitad de un kilómetro.

La misma sorpresa se llevó Esther. Tras correr en torno a 6'00”/km gran parte de la prueba, cruzó la meta con un tiempo de 53'25”. A pesar de encontrarse más recuperada de su bajón físico, también comprendió rápidamente que algo no cuadraba.

Posteriormente, la organización emitió una nota de disculpa para aclarar que la prueba inicialmente tenía 10 kilómetros exactos. Sin embargo, el recorrido tuvo que ser variado porque “las obras del AVE han cortado el acceso de Callosa hacia Cox”. La organización pidió disculpas y comprensión por este incidente.

José Carlos no ocultaba su contrariedad al terminar la prueba. El error de la organización le impedía batir un record personal que se le resiste desde hace un año y medio. En un primer momento, el impulso del joven Wallace fue dar rienda a su lado más furioso y destrozar de manera iracunda todo lo que encontrase a su paso. Sin embargo, recordó la buena voluntad de la organización de esta carrera solidaria, cuyo objetivo es educar a niños del Tercer Mundo, y decidió contenerse.

El lado positivo es que tanto José Carlos como Esther superaron una prueba muy exigente por las altas temperaturas y el bochorno de la jornada. Además, ambos salvaron sus vidas escapando del lugareño que les amenazó con pincharles con una navaja. Desde ese punto de vista, el resultado es para estar satisfechos.

Así concluyó esta particular aventura Sunset Runners en Cox.

Sunset Runners
Tiempo
José Carlos Mayor Sánchez
40' 09”
Esther Mayor Sánchez
53' 25”


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