10 de junio de 2012
Distancia: 15 km

La orilla de la playa de Rihuete de Mazarrón cerró la segunda edición del circuito Arena Tour. Este singular campeonato constaba de tres pruebas; las dos anteriores se habían celebrado en Pilar de la Horadada y La Manga del Mar Menor. Con vistas a la clasificación general del Arena Tour, la gran baza SUNSET RUNNERS era Manuel Chicano, que ocupa el quinto lugar; sin embargo, una lesión de rodilla le impidió disputar el podio final.

Con la ausencia de Chicano, la representación del club estuvo liderada por Raúl Ortega Gambín. De este modo, se enfrento en solitario a una prueba de 15 kilómetros que transcurría por la orilla de la playa. A pesar de correr como único Sunset, contó con el apoyo incondicional de Judith Méndez.

La prueba reunió a un centenar de atletas. A diferencia de las pruebas anteriores, el recorrido de Mazarrón presentaba una dificultad orográfica considerable muy cerca de la salida: la subida al Cabezo del Puerto. Se trataba de una ascensión corta, pero con rampas muy pronunciadas. La mayor complicación del circuito residía en el descenso del Cabezo del Puerto, que atravesaba caminos pedregosos.

Raúl comenzó con demasiada fuerza. Sin conocer con precisión el recorrido, se esforzó desde el inicio para estar entre los mejores. La subida al Cabezo del Puerto le obligó a replantearse la carrera. El terreno abrupto, los peligrosos acantilados y, sobre todo, las bajadas por estrechos senderos rompían el ritmo de los corredores.

Además, algunos tramos transitaban por zonas cubiertas de grandes piedras, húmedas por la cercanía del mar; los participantes tenían que elegir entre desviarse hacia la zona de arena blanda (donde los pies se clavaban en cada zancada), meterse en el agua (y mojarse hasta las rodillas) o brincar de piedra en piedra (con la esperanza de no resbalar).

La carrera dejaba de ser una cuestión de fuerza y velocidad para convertirse en una prueba de riesgo.

Raúl se vio sorprendido por la dificultad técnica del trail. Incluso tuvo que realizar algunos tramos caminando. No obstante, recuperó fuerzas, ánimo y ritmo.

Tras una remontada espectacular en la segunda mitad de carrera, consiguió alcanzar al grupo de Antonio Girón y Virginijus Taraskus, teóricos rivales directos de Manuel Chicano para el podio del Arena Tour. Pronto logró dejar atrás ese grupo y, ya instalado cómodamente entre los 10 primeros, se lanzó a exprimir la posibilidad de hacer podio.

Entonces ocurrió una de esas circunstancias inesperadas.

Un juez de la organización había abandonado su puesto, donde tenía que señalizar un desvío. Raúl, que marchaba en solitario, eligió la opción errónea. Tras varios minutos corriendo desorientado por Mazarrón, una amable lugareña le advirtió que se estaba alejando del recorrido. Bastante contrariado, nuestro Sunset Runner pensó en volver sobre sus pasos, pero la lugareña le recomendó un atajo; sin nada que perder, Raúl hizo caso a la señora.

Para su sorpresa, cuando se incorporó a la carrera lo hizo justo detrás del grupo de Taraskus. Los miembros del grupeto le confirmaron que no lo habían visto, por lo que suponían que había dado un rodeo de, al menos, un kilómetro. Raúl aprovechó su rabia contenida para volver a atacar a Taraskus y compañía, marchándose otra vez en solitario en busca del podio.

Sin embargo, ya no había espacio para culminar la remontada.

El colofón para la carrera de Raúl llegó en meta. Todavía cabreado por la negligencia de la organización en la señalización del recorrido, se encontró que el encargado de tomar los tiempos en meta (registrados con un código de barras leído por una pistola láser) estaba atareado en una ardua labor: cambiar la música en megafonía.

Raúl esperaba en la línea de meta, mientras veía cómo pasaban los segundos en el reloj y, lo que era más preocupante, cómo se acercaba paulatinamente el grupo de Taraskus. Desesperado ante la surrealista situación, pidió al cronometrador/pinchadiscos que le tomase el tiempo de una vez; éste respondió con un explícito “tranquilo, que a mí no me pagan por esto”.

Tras haber recorrido un kilómetro adicional y después de esperar más de medio minuto, Raúl logró finalizar oficialmente su particular Mazarrón Trail, firmando un excelente 7º puesto en la general absoluta (5º en su categoría) y con sólo siete segundos de ventaja sobre el grupo de Taraskus -que acabó 3º en el global del Arena Tour-.

En la clasificación global del Arena Tour -suma de las tres pruebas-, Manuel Chicano ocupó la 11ª plaza, mientras que la gran actuación de Raúl le permitió situarse entre los 30 mejores.

Así concluyó la aventura de Raúl Ortega en la playa de Mazarrón. Una odisea que será difícil de olvidar.

> Clasificación general Mazarrón Trail. Ver.
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