25 de julio de 2010

Distancia: 21'1 km

El domingo 25 de julio de 2010 pasará a la Historia Sunset como un día de gloria. Nuestro club amplió sus fronteras y conquistó un territorio remoto. Más al norte que Canillejas o Plaza de Castilla. Incluso, más al norte que Bretaña. Allí donde los hombres no usan cremas hidratantes y las mujeres no saben lo que es la depilación láser; allí donde la gente se comunica a grito pelado de colina a colina, donde el vaso más pequeño es una pinta, donde los lugareños se saludan sacudiendo el lomo, provocando fisuras en las vértebras de las que nadie se queja. Porque no lo sienten.

Allí, en Cookstown, donde Irlanda no es Irlanda, sino Irlanda del Norte, allí José Carlos puso nuestra bandera. En menos de dos horas, JC, en solitario y sin ayuda de drogas -eso dice-, ha llevado el nombre de los Sunset Runners a la meta de la Cookstown Half Marathon en Irlanda del Norte.

La carrera se presentaba como un reto de extrema dificultad:era su primera media y apenas la había podido preparar; además el recorrido era demencial, sin un solo kilómetro de llano, con subidas y bajadas moderadas, excepto la ultima milla, con un repecho que no era para nada moderado. Todo esto hacía que nuestro héroe no las tuviera todas consigo.

El hecho de que estuviera medida en millas ayudó a JC: al menos psicológicamente, no es lo mismo hacer 13 millas que 21km. Se marcó un ritmo de 9 minutos por milla y lo fue siguiendo al pie de la letra. Hasta la milla 5 ó 6 iba bastante bien, a lo Carlos Sastre, con su ritmito adelantanto paulatinamente uno tras otro; salió el último de todos y detrás de él terminaron unos 100 corredores.

Tras casi una hora corriendo, JC se encontraba bastante fresco y entonces decidió subir el ritmo un pelín, no mucho, lo suficiente para dar caza a un señor mayor que llevaba viendo a lo lejos hacía ya un rato (luego supo que tenía por lo menos 65 anos, ya que estaba en la categoría “over-65”). Durante varias millas JC y el Over-65 se adelantaron varias veces: en las subidas el Señor Mayor se quedaba fácilmente, mientras que en las bajadas apretaba y volvía a pillar a nuestro Sunset. En una subida más pronunciada, JC decidió que ya estaba bien de cachondeo y apretó un poco más, de modo que en la siguiente bajada ya no consiguió engancharse.

Todo iba muy bien hasta la milla 8 y 9. Entonces tuvo una pequeña pájara que le hizo perder lo que había ganado en las millas anteriores. Volvió a la media de 9 minutos por milla y logró recuperarse.

A partir de la milla 10'5, JC pensó que había llegado el momento de dar todo lo que le quedaba... sin saber que la última milla era una ascensión de locura. Todo al que había adelantado desde la milla 10 a la 12 (que fueron unos cuantos), todos volvieron a pasarlo en esa milla final infernal. Sin embargo, lo peor estaba por llegar...

A falta de 0'6 millas, JC escuchó una locomotora venir por detrás y, cuando echó la vista atrás, comprobó que el Over-65, el anciano de la milla 6, le iba a pasar. Sin clemencia ni piedad. Ahí se le cayó el alma a los pies a nuestro héroe; ese mismo Señor Mayor al que había perdido de vista cinco millas atrás y que se quedaba fácilmente en las subidas, ese mismo anciano adelantó a JC como un expreso. Desde esa pasada hasta el final fue una agonía para nuestro héroe Sunset.

Si uno mira la clasificación, ve que entró en el grupo de Quinn, McNally, McCoy, Kennedy y McCann, delante de Sheridan, Curran y un tal David Power. Es fácil pensar que todos estos fulanos eran pelirrojos. Menos Power, que seguramente era calvo y con tatuajes. El hecho de encontrar "José Carlos Mayor, Sunset Runners" en esa lista pone el vello de punta.

Así fue como el escudo Sunset llegó hasta allá arriba, pegado al pecho de un héroe. Por cierto, JC casi clavó su dorsal en la clasificación: llevaba el número 241 y su puesto final fue el 242.

¿Qué habría pasado si su dorsal hubiera sido el 1?

> Clasificación completa. Ver.

> Galería de fotos.

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