4 de marzo de 2012
Distancias: 21'1 km y 10.000 metros

Cuatro Sunset Runners se desplazaron hasta Cartagena para participar en la media maratón y en una carrera de 10 kilómetros. Ambas pruebas se disputaban de manera simultánea en un bonito trazado urbano; José Carlos Mayor, Alejandro Falgas y Esther Mayor participaron en los 10.000 metros, dando una vuelta al recorrido; Juan Antonio Pujante corrió la media maratón, por lo que tuvo que completar dos giros.

Las sensaciones de los corredores crepusculares no eran óptimas. Alejandro y Juan Antonio llegaban a Cartagena tras seis semanas sin competir por diferentes problemas físicos. José Carlos había marcado esta fecha en su calendario con el propósito de batir su record personal en los 10 kilómetros, pero el día anterior a la carrera vivió una tarde “complicada y algo confusa”, por lo que se presentó en Cartagena con el humilde propósito de terminar la carrera y, de ser posible, colaborar con su hermana.

Esther, recuperando el ritmo tras otro forzado parón invernal, se había fijado como objetivo establecer su mejor marca personal en la distancia, bajando de la hora en los 10 km.

Los cuatro Sunset Runners marcharon juntos durante el primer kilómetro, que completaron en poco menos de 6 minutos. Llegados a este punto, Alejandro decidió cambiar el ritmo y marcharse por delante.

A pesar de sus problemas físicos, Alejandro realizó una gran carrera. Corrió en solitario por debajo de 4'30”/km, acercándose en algunas fases incluso a 4'15”/km. Su tiempo en meta superó las expectativas previas a la prueba.

Lo mismo sucedió con José Carlos y Esther. Los hermanos Mayor Sánchez trabajaron desde el principio para hacer los 10.000 metros en menos de una hora. Junto a ellos viajó durante la primera vuelta Juan Antonio, que se aprovechó del ritmo impuesto por José Carlos para afrontar con garantías la segunda mitad de la media maratón.

El trío corrió siempre unido y con la idea fija de estar por debajo de 6'00”/km. Algunas señalizaciones de kilómetros mal ubicadas complicaron la tarea de controlar la marcha. No obstante, el esfuerzo conjunto sirvió para garantizar la consecución del objetivo.

Los Sunset Runners atravesaban las calles de Cartagena ante la indiferencia de la gente de la ciudad. Durante el primer giro, se pudo contar una sola persona aplaudiendo en todo el trazado (y un niño que daba gritos de ánimo). El resto de espectadores accidentales ignoraban el paso de los corredores, llegando incluso a incorporarse algún coche particular a la marcha de la carrera.

A falta de 300 metros para la meta de los 10 kilómetros y tras más de 57 minutos viajando juntos, el terceto Sunset se descompuso. Juan Antonio tomó un desvío para seguir con el recorrido de la media maratón, mientras que Esther y José Carlos se encaminaron a la llegada.

Precisamente en este cruce se produjo la anécdota de la carrera, aunque no tuvo como protagonista a ningún Sunset. Dos atletas húngaros que marchaban en cabeza de la media maratón fueron confundidos en ese punto por la organización, que los guio por un atajo. Así, esta pareja se presentó en la meta de la media maratón con apenas 58 minutos... y casi 2 kilómetros menos que sus perseguidores. Finalmente, aunque ellos no fueron culpables del error, la organización decidió descalificarlos.

Esther y José Carlos fueron testigos de excepción de esta particular situación. Ajenos a esta historia, los hermanos Mayor Sánchez atravesaron la línea de llegada mejorando en 50 segundos su objetivo. De esta forma, Esther logró su mejor marca personal en esta distancia.

Juan Antonio, ya en solitario, busco incrementar progresivamente su ritmo. Primero a 5'30”/km y luego acercándose en algún momento a los 5'00”/km, realizó la segunda vuelta más rápido que la anterior, sin sufrir molestias relevantes tras su inactividad forzada.

Para él, el peor momento de la jornada llegó curiosamente tras cruzar la línea de meta. Entregadas las camisetas antes del inicio, no había bolsa del corredor en la llegada por lo que había que buscar bebida en las carpas habilitadas. Desgraciadamente, para los corredores que terminaron la media maratón cerca de las dos horas ya no había agua, sólo refrescos de cola (y platos de pasta). En este escenario, una muchedumbre se apelotonaba en la única barra en la que quedaba algo de refresco y donde dos heroicos voluntarios intentaban atender a los corredores.

Ante este panorama, los cuatro Sunset reunidos de nuevo (Alejandro, Esther y José Carlos esperaron a Juan Antonio en la meta) decidieron marcharse. Por suerte, en los vestuarios del polideportivo sí había agua. Allí, cual caballo que atraviesa el Lejano Oeste, Juan Antonio pudo abrevarse.

Al margen de las anécdotas, las confusiones y las carencias, la jornada fue positiva para los cuatro Sunset Runners. A pesar de los problemas de diferente índole, todos acabaron la prueba logrando los objetivos propuestos y, de paso, recuperaron buenas sensaciones de cara a las próximas citas.

> Clasificación completa de los 10.000 metros. Ver.
> Clasificación completa del Medio Maratón. Ver.
> Detalles de los 10.000 metros (datos de Alejandro Falgas). Ver.