Molina de Segura   |   Murcia   |   España

II Sunset Experience Bullas-Cehegín-Caravaca de la Cruz (Murcia)

17 de diciembre de 2011
Distancias: 19 km y 8 km

Por segundo año consecutivo, SUNSET RUNNERS culminó exitosamente la Sunset Experience. Esta carrera, que va camino de convertirse en una tradición del club, consiste en completar el último tramo de la Vía Verde del Noroeste, los 19 kilómetros que llevan desde Bullas hasta Caravaca de la Cruz. La novedad en esta edición fue la incorporación de una segunda unidad de Sunset Runners antes de entrar a Cehegín, a unos 8 kilómetros de la llegada.

El grupo que salía de Bullas estaba formado por seis Sunset: Sergio Falgas, José Carlos Mayor, Juan Antonio Pujante -los tres que inauguraron la prueba en 2010-, Manuel Chicano, Joaquín Meseguer y Cécile Le Tallec -que la realizaban por primera vez-. En Bullas, soportando el viento frío de la mañana, esperaba pacientemente María José Nicolas junto con las hermanas Almudena y Esther Mayor. Además, en las calles de Caravaca de la Cruz, se encontraba Erika Reyes, que expectante aguardaba con emoción la llegada de cada Sunset.

La primera unidad partió de Bullas con cierto retraso sobre el horario previsto, las 9:30. Paradas para repostar, confusiones en la carretera, olvidos de llaves e, incluso, un humo sospechoso saliendo del motor del coche de Chicano hicieron que la Sunset Experience se iniciase unos veinte minutos más tarde. De esta manera, sobre las 9:50 y con una temperatura de 8 grados, los seis SUNSET RUNNERS se pusieron en marcha.

Durante los primeros kilómetros, se circulaba por una estrecha vía de servicio asfaltada. En este tramo, el grupo unido marchaba a un ritmo relajado; este suave arranque sirvió de calentamiento para el resto del camino. Los Sunset tomaron la pista de la Vía Verde del Noroeste, que sigue el antiguo trazado del ferrocarril, poco antes del segundo kilómetro.

Ya en el sendero de tierra y zahorra compactada, José Carlos Mayor y Sergio Falgas tomaron unos metros de ventaja sobre el resto. El dúo mantuvo una distancia de apenas 50 metros toda la primera mitad de la prueba; el resto de Sunset se quedó atrás, sin poder alcanzarles ni -lo que es más importante- poder escuchar cómo tramaban sus estrategias para futuras carreras en Santa Pola y Torremolinos.

En el cuarteto trasero, Joaquín, Chicano y Juan Antonio disfrutaban del paisaje mientras charlaban afablemente de interesantes temas de actualidad, de batallitas pasadas y discursos varios sobre lo divino y lo humano. Cécile permanecía detrás; para ella la Sunset Experience suponía un reto adicional, ya que nunca había corrido una distancia tan larga. Por este motivo, reservaba fuerzas y sólo intervenía para apuntar que el recorrido no era tan favorable como había dicho la organización, sino que había tramos cuesta arriba.

A pesar de esos falsos llanos, la belleza natural del entorno animaba a continuar la ruta. Según se aproximaba Cehegín, el panorama cambiaba; los frondosos pinares se combinaban entonces con elevados viaductos. La temperatura seguía oscilando en torno a los 8 grados, pero el viento gélido que apareció en este tramo hizo que la sensación térmica fuese más fría.

Tras mucho tiempo por un sendero casi desierto, volvió a aparecer la civilización. Algunas casas adornaron el camino a partir del octavo kilómetro. Al pasar junto a una de esas fincas, el cuarteto de cola experimentó una situación de máximo riesgo: un gigantesco animal, mitad cerdo y mitad hipopótamo, se movía agitado por un jardín y lanzó una amenazante mirada al grupo acompañada de un feroz rugido. Gracias a la valiente intervención de Manuel Chicano, el grupo pudo continuar la marcha a salvo.

A la entrada de Cehegín, se produjo la unión de los Sunset Runners. Esther, Almudena y María José, hartas de esperar soportando el frío, decidieron remontar la Vía Verde y esperar a la unidad de Bullas antes del punto de encuentro previsto. De este modo, se incorporaron a Sergio y José Carlos a unos 8 kilómetros de Caravaca de la Cruz.

Por detrás, el cuarteto se mantenía unos metros por detrás del grupo delantero. Todavía agitado por el incidente con el cerdo, Manuel Chicano decidió compartir la experiencia con el pelotón delantero, por lo que cambió de ritmo y enlazó con los de delante; así se formó un sexteto en cabeza.

La mejora de la Vía Verde a su paso por Cehegín permitió a los SUNSET RUNNERS poder rodear la localidad sin atravesar las calles de su casco urbano. Sin abandonar nunca la antigua ruta del ferrocarril, dejaron atrás rápidamente esta población. A falta de cuatro kilómetros y tras atravesar un túnel, los nueve Sunset vieron por primera vez en el horizonte el Santuario de la Vera Cruz de Caravaca.

Sin embargo, todavía quedaba lo más duro de la prueba: los tres kilómetros finales. Este tramo es una larga recta que transcurre paralela a la Carretera de Murcia y siempre pica hacia arriba. Por ello, a la dureza del desnivel se añade el desgaste psicológico por tener la sensación de que no se está avanzando.

Llegados a este punto, José Carlos, Sergio y Chicano consiguieron mantener un ritmo más elevado y abrieron hueco paulatinamente con el resto de Sunset. El segundo grupo quedó conformado por las chicas incorporadas en Cehegín, mientras que unos metros detrás marchaba siempre constante el trío con Joaquín, Cécile y Juan Antonio.

A falta de un kilómetro y medio, María José decidió descolgarse de Esther y Almudena para unirse al terceto de Cécile. Así, una estirada hilera de nueve corredores anunció la entrada de SUNSET RUNNERS en las calles de Caravaca de la Cruz.

José Carlos, Sergio y Manuel Chicano fueron los primeros en alcanzar la línea de meta, situado en el Polideportivo Juan Antonio Corbalán, donde Erika esperaba incondicionalmente desde hacía dos horas. Tras ellos, llegaron las hermanas Esther y Almudena Mayor. Los siguientes en aparecer fueron Joaquín y Cécile, que administró sus fuerzas desde el primer metro para completar los 19 kilómetros. La hazaña se completó con Juan Antonio y, sobre todo, con María José. Para ella la distancia supuso todo un hito personal, ya que nunca había realizado tantos kilómetros; además, al no conocer la situación exacta de la llegada, María José lanzó hasta tres aceleraciones finales: a pesar de vaciarse en cada sprint, reunió la energía suficiente para alcanzar la meta.

Tras completar la Sunset Experience, los nueve héroes subieron hasta el Santuario de la Vera Cruz para recoger sus diplomas acreditativos, un símbolo que sirve para inmortalizar la aventura. Después, los SUNSET RUNNERS se dieron un merecido homenaje gastronómico para recuperar fuerzas.

Ya se sabe: el cansancio y el dolor pasan, pero la gloria queda para siempre.

19 kilómetros
Sunset Runners
Tiempo
Sergio Falgas Robles
José Carlos Mayor Sánchez
Manuel Chicano Gómez
1h 55' 47”
Joaquín Meseguer Meseguer
1h 58' 15”
Cécile Le Tallec
1h 58' 20”
Juan Antonio Pujante Meseguer
1h 58' 35”


8 kilómetros
Sunset Runners
Tiempo
Esther Mayor Sánchez
Almudena Mayor Sánchez
48' 00”
María José Nicolás Meseguer
49' 52”


> Datos de la Sunset Experience Bullas-Cehegín-Caravaca de la Cruz. Ver.
> Galería de fotos. Ver.